Enfrentado la violencia sexual en las Iglesias

En el marco del Mes de la concientización sobre la violencia sexual (SAAM por sus siglas en inglés), el sábado pasado, 24 de abril, tuvimos la segunda transmisión de nuestra serie Conectando experiencias de Fe y Feminismo, con el tema Enfrentando la violencia sexual en las Iglesias. Nos acompañó la socióloga y Maestra en Estudios de la Mujer, Alejandra Montalvo, también conocida como Alethéia Montalvo, quien ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales con temas como los estudios del cuerpo, la participación de las mujeres en las instituciones religiosas evangélicas, la producción de subjetividades femeninas, entre otros temas relacionados a la experiencia de las mujeres dentro de las Iglesias en la región fronteriza México-Estados Unidos. Ale es integrante del colectivo feminista Meztil. Saberes y estudios feministas y Feminopraxis. Mujeres* Accionando Feminismos. Actualmente realiza activismo feminista compartiendo y difundiendo talleres con perspectiva feminista en Tijuana, Baja California, México; además, forma parte del Consejo de Prevención del Acoso de la Facultad de Medicina y Psicología de la Universidad Autónoma de Baja California. 

En nuestra plática, Ale nos invita a conspirar y crear alianzas transfronterizas que nos ayuden a tejer comunidad y así generar espacios de mujeres y disidencias sexuales que conjunten la enseñanza de Jesús como símbolo de liberación para los oprimidos. 

Proveniente de una cuna católica conservadora en el estado de Guanajuato, la familia de Ale se vio obligada a migrar hacia los Estados Unidos, debido a los procesos de precarización acrecentados en los años 90 en México. Tras ver la migración internacional frustrada a causa de la deportación de su padre, la familia de Ale se quedó en la ciudad fronteriza por excelencia, Tijuana, Baja California, donde fue acogida por la comunidad evangélica pentecostal, la cual tiene una fuerte presencia en la frontera mexicana. A partir de esto, su familia abandona la religión católica y comienza a formar parte de la congregación pentecostal.  

Al platicarnos acerca de lo que implica esto en su vida en relación con su feminismo, nos comenta que dentro de su iglesia ella fue educada bajo “expectativas y mandatos de género desiguales, códigos normativos en relación con el cuerpo” de las mujeres principalmente. Tras crecer con la idea dogmática de que el cuerpo de las mujeres es un “cuerpo de sospecha” es decir, “cuerpos que emanan pecado” surge de ella un “sentido de rebeldía” una “conciencia de género” que desafía dichos mandatos de poder eclesiásticos, los cuales eran evidentemente violentos contra las mujeres.  

En su experiencia, Ale Montalvo relata cómo las ciencias sociales resultan en su vida profesional un “camino para recuperar la espiritualidad, para recuperar el gozo de lo espiritual” desde la mirada lógica y objetiva que los estudios antropológicos y sociológicos le ofrecían. Posteriormente, al reconocerse en el feminismo, da cuenta de cómo estas nuevas gafas la invitaban a cuestionar todo, principalmente su identidad religiosa. Nos parece fundamental la crítica que nos regala Ale acerca de la confrontación entre el feminismo y la práctica de la fe cristiana-evangélica, ya que pone de relieve la urgente necesidad de trabajar en la reconciliación de ambos aspectos que constituyen pilares identitarios cruciales en la vida de muchas mujeres.  

Por otro lado, para nuestra invitada, las Iglesias, constituidas bajo discursos patriarcales, contribuyen a la violencia de las mujeres: 

“[La Iglesia reproduce la] emisión de mensajes que siguen perpetuando las relaciones tradicionales entre hombres y mujeres [… con] preceptos doctrinarios diferenciados que asumen que las mujeres desde un lugar natural son las responsables de estas cuestiones del hogar, mantener el honor de las familias y reproducir el orden moral en las familias”. 

Nos recuerda además algo que hemos estado discutiendo durante el mes de abril en Escuchando a las Mujeres acerca de las narrativas de la Iglesia, en las que por un lado, el marianismo católico enarbola una serie de características consideradas propias (y obligatorias) de toda mujer virtuosa, como son la “humildad, el recato, la pureza ligada a la virginidad, así como la obediencia a las figuras masculinas y de autoridad lo cual desemboca en un mandato de silencio como signo de devoción, compromiso y humildad por parte de las mujeres”. Asimismo, nos plantea una segunda narrativa que promueve “asociaciones de la feminidad con el cuerpo impuro, el cuerpo de pecado, maldición del linaje de Eva con el pecado original” mismas que exigen “desdibujar lo erótico de la mujer” generando “rechazo y odio a nuestros cuerpos”. 

[La interpretación bíblica patriarcal] “nos enemista con nuestro primer cuerpo-territorio, que tendría que ser un espacio de liberación, de creación y de emancipación, pero no, se vuelve nuestro principal enemigo, pensar que del cuerpo de la mujer emana todo lo negativo”.

Las reflexiones de Ale Montalvo nos invitan a repensar las propuestas de Franca Basaglia, retomadas por Marcela Lagarde (2014) del ser-para-otros en relación con el abuso eclesiástico, el cual, al utilizar las Sagradas Escrituras, genera un “sentido de culpa, culpa cristiana, [como] la mayor carga hacia las mujeres”. Ale nos propone combatir la idea patriarcal del cuerpo de las mujeres como propiedad de la Iglesia con la acción feminista de contextualización de la lectura de las escrituras a partir de un proceso de despatriarcalización de la biblia, pero particularmente, de las prácticas de liderazgo institucionales masculinistas de la Iglesia. Abordar la espiritualidad desde una nueva mirada, desmontando el contenido sexista fundacional de la Iglesia para así, “romper con la tradición del silencio. Tomar la palabra, hablar”.  

Este proceso nos propone una sanación colectiva, considerando que las iglesias son espacios altamente mujeriles, en los que se busca la reestructuración del tejido social, especialmente en el caso de las mujeres migrantes. Una tarea entonces que necesita de la mirada interseccional para “repensar que cada vivencia de opresión debe de estar situada” en su contexto particular.  
 
En Escuchando a las Mujeres estamos de acuerdo con Ale Montalvo cuando nos propone una concientización política de las mujeres dentro de la Iglesia, la importancia de un liderazgo de mujeres crítico de las estructuras patriarcales para poder desconstruir la Iglesia y así generar una cultura de la denuncia dentro de las iglesias que nos lleve a encontrar estrategias de justicia restaurativa para todas y todes aquellas personas víctimas del abuso sexual y de poder eclesiástico. 

 

Estoy aferrada a esa esperanza, de que sí podemos repensarnos fuera de esas lógicas patriarcales y darles la palabra a las mujeres, para que tengan sus propios procesos de emancipación. La toma de las mujeres de los espacios de liderazgo es sumamente importante, el seguimiento de su liderazgo.”

 

Les invitamos a escuchar toda la conversación que tuvimos con Ale Montalvo, estamos seguras generará reflexiones interesantes acerca de este tema tan fundamental en la transformación de la Iglesia católica y de todas las Iglesias de otras denominaciones. También les invitamos a estar al tanto de nuestras próximas publicaciones en las que estaremos compartiendo más acerca del trabajo realizado por nuestra invitada, a quien pueden seguir a través de su Instagram @aletheiamg. 

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